¿Puede una situación de necesidad  justificar los actos mas mezquinos?

¿Hasta qué punto puede una persona humillarse para obtener dinero?

¿Puede alguien depositar su esperanza en la fe o en la suerte?

El protagonista de éste relato, un parado sin ninguna esperanza de encontrar trabajo, se limita a  describir los actos que realiza día a día para poder ganar dinero, siendo el espectador el que poniendose en su situación se enfrente y responda a todas las cuestionesa anteriores.

13 Noviembre, 2011

Se acabó.
Hoy he terminado de repartir los últimos curriculums que tenía impresos. No exagero si digo que han sido más de trescientos en los últimos meses. A estas alturas ya no espero respuestas. He probado en todas las fábricas, tiendas, supermercados, bares, restaurantes, almacenes, asilos, tanatorios, carnicerías, etc. y nada. Lo mismo con Internet. Estoy registrado en un montón de páginas para buscar empleo, y no me llegan más que ofertas de trabajos con sueldos y condiciones miserables. Estoy harto de oír que la cosa está muy mal y que será muy complicado conseguir trabajo en unos cuantos años. A estas alturas no tengo ninguna esperanza de conseguir un trabajo y por tanto creo que habrá que cambiar de métodos si quiero conseguir algo de dinero, que buena falta me hace.

19 Noviembre, 2011

Todas las noches antes de ir a la cama enciendo unas velas a la virgen, cruzo los dedos y trato durante más o menos un cuarto de hora de concentrarme todo lo posible para imaginarme a mi mismo rodeado de riquezas y dinero, cobrando un décimo de lotería etc. Trato de poner toda mi consciencia y mi voluntad en éstas imágenes mentales.
Muchos libros y documentales que he visto últimamente aseguran que los resultados están garantizados si uno cree realmente que lo que pide va a sucederle, pero muchas veces pierdo la concentración durante esta práctica y empiezo a divagar o pensar que lo que estoy haciendo es una gilipollez. No obstante, en cuanto me doy cuenta, vuelvo rápidamente a concentrarme y a pedir con todas mis fuerzas. Cuando acabo, abro los ojos, apago las velas, doy las gracias a la virgen por todo lo que va hacer por mí y me hecho a dormir.

21 Noviembre, 2011

Hacía tiempo que venía fijándome en un estanque que hay no muy lejos de mi casa, donde la gente acostumbra a arrojar unas monedillas. Hoy por fin me he decidido a entrar y llevarme todo lo que había. Tenía planeado ir de noche, por lo que después de cenar, para hacer tiempo, me he quedado un rato viendo la tele.  A las 23:30 he decidido ir a mi habitación y me he tumbado sobre la cama. Después de dar unas cuantas vueltas me he quedado dormido y al poco rato ha sonado la alarma de mi reloj. Hora de levantarse. He llegado al estanque a las 3:00 AM, calzado con unas viejas zapatillas, para así poder meterme en el agua. Me he asegurado de que no había nadie y después he saltado y he recogido todo el dinero lo más rápido posible. Además de que el agua estaba helada me hubiera dado muchísima vergüenza si alguien me hubiera visto.
Me ha resultado un poco extraño volver a casa con los pies empapados. He preferido no contar el dinero, aunque por lo menos no todo era chatarra, y he recogido algunas monedas de 50 céntimos. Lo he dejado todo en la fregadera de la cocina para que se seque.

23  Noviembre, 2011

Hoy he quedado con Esteban, uno de mis más viejos amigos, para ir a hacer unas compras. Yo quería comprar unos cascos y el algo de ropa . Antes de salir, he dejado la cartera en casa, como tenía planeado. Tras 20 minutos de carretera, cuando hemos llegado al peaje me he llevado la mano al bolsillo como si me ofreciera a pagar, y poniendo cara y tono de disgusto le he dicho que me había olvidado la cartera en casa, que lo de los cascos daba igual y que ya los compraría otro día, pero que me jodía no poder siquiera pagar el peaje, habiendo él llevado el coche. Esteban me ha dicho que estuviera tranquilo, que no pasaba nada, que lo del peaje era una chorrada, y que además él me podía pagar los cascos. Yo le he preguntado si tenía dinero suficiente, y el ha dicho que sí, que iba con la tarjeta y que no había problema. He seguido haciéndome el disgustado un buen rato. Luego he elegido unos cascos de 60 euros y él ha pagado junto a sus cosas. Antes de irnos a casa le he dado las gracias y le he dicho que la siguiente vez que le viera le daría el dinero sin falta. Él ha asentido y ha dicho que estuviera tranquilo, que no tiene ninguna prisa.
Esteban es demasiado bueno, mucha gente se aprovecha de él porque es incapaz de decir a un amigo que no. Se que nunca me va a pedir el dinero y menos teniendo en cuenta que siempre me he portado bien con él y que va a ser la primera vez que le hago una cosa parecida. Aún y todo procuraré no encontrarme con él por lo menos en tres semanas.

27 Noviembre, 2011

           Hoy me he despertado a las 7:30 como todos los lunes, pero no me he levantado. Desde la cama he oído como Maite y Claudia desayunaban, pasaban por el baño, volvían a entrar a sus habitaciones y finalmente hacia las 8:00 salían de casa para ir a la universidad. He tenido que esperar hasta las 11:00 para oír como Juan salía también. Es el primero de los tres que volverá a casa, pero no lo hará por lo menos hasta las 13:00. Aunque cada uno tenemos nuestra propia llave para la habitación, Maite nunca cierra la puerta. Es muy confiada. Aunque sabía que nadie iba a venir de vuelta a casa, me ha dado bastante miedo entrar en su habitación. Hace un par de semanas, íbamos a ir de compras y vi como sacaba el dinero de un cajón. Me he dirigido directamente hasta él. Al abrirlo he visto que estaba todo muy desordenado y he ido removiendo las cosas sin miedo de tener que dejarlo todo como estaba. En el fondo había un pequeño fajo con 80 euros. Al principio pensaba haberme llevado cuarenta euros, pero al final solo me he llevado veinte. Después he cerrado el cajón, he salido de la habitación y me he ido fuera de casa. No se que sentiré cuando vea a Maite, no creo siquiera que se de cuenta, pero si fuera así, dudo mucho que sospeche de mí porque nos llevamos muy bien. Además si se creara mal ambiente en casa no tendría que soportarlo durante mucho tiempo porque en navidades no nos veremos y después, en menos de un mes Maite  y Claudia dejan el piso.

29 Noviembre, 2011    

    No es que crea mucho en supersticiones como las de los gatos negros, pasar por debajo de las escaleras y cosas de esas, pero como además es mucho más cómodo y agradable, procuro cuando me desplazo andando atajar por los jardines y las praderas, y así hay mas probabilidades de que pise alguna caca. Vuelvo a reiterar que no es algo que busque, sino que simplemente surge. A lo mejor es verdad que da suerte, por algo se dirá, y si no, tampoco me parece para tanto, no deja de ser algo orgánico y natural, y normalmente se va fácil solo con frotarte un poco en la hierva o con un trapo mojado.

2 Diciembre, 2011    

        Me he propuesto pasar mucho más tiempo con Juan. Juan es mi compañero de piso. Hace tres años me contó una historia ciertamente increíble. Por lo visto un día, un amigo suyo, Cándido, le pidió ayuda para hacer un trabajillo en la vivienda de un “parapsicólogo”. Nada más entrar en su casa, éste se le quedó mirando fijamente, atónito. Enseguida se le acercó y le dijo que veía en el un buen aura, y que iba a dar suerte y riqueza a aquellos que estuvieran cerca de él. Juan no creía en esas cosas y no dio mucha importancia a aquellas palabras a pesar de que algunos años antes le había tocado la lotería a un antiguo compañero de trabajo. El caso es que de ahí a un tiempo tocó “el niño” en el bar Ariño que él solía frecuentar y también le tocó a una familia de su barrio a la que había hecho un trabajo. La cosa no acaba aquí ya que tiempo más tarde se encontró de nuevo con Cándido, y resultó que a éste también le había tocado la lotería en un viaje a Mallorca. Esos son los casos que él conoce, pero no me extrañaría que hubiera mucho mas. Tengo la firme esperanza de que su aura me acabe influyendo a mí también, eso sí, espero que la buena suerte se traduzca sobre todo en dinero.

3 Diciembre, 2011    

        Hoy me he pasado toda la tarde en las maquinas tragaperras. Primero le he estado echando a la del Malu, un bar cerca de mi casa. He empezado bastante bien y he sacado unos cuantos euros, pero el premio gordo no caía y he tenido que pedir cambios unas cuantas veces. He estado insistiendo pero al final solo he sacado 20 euros. De ahí he ido al bar Kantu que según decían tiene una máquina que da bastante. Le he metido los 20 que había sacado y un poco mas, pero viendo que esa estaba muy fría  he ido a otro bar que está muy cerca. No se cuantas horas he estado pero sí que he tenido que ir al cajero a sacar más dinero. Como no quería volver a casa habiendo perdido tanto, he ido a otro bar donde hay una máquina que da un premio de 120 euros. Al principio me ha costado y he tenido que meter bastante, pero luego ya me he puesto de racha y ya por fin, en menos de media hora le he sacado el máximo. Luego le he seguido metiendo más haber si seguía ganando, pero he sabido parar a tiempo.
La verdad es que no he echado cuentas, pero si si al final no he salido ganando, no creo que haya perdido demasiado.

5 Diciembre, 2011  

         Hace ya tiempo que todas las semanas juego 1 euro a la quiniela, 10 al euromillón y algo de vez en cuando a la bonoloto, pero hasta ahora prácticamente no he ganado nada, la vuelta alguna vez. Sin embargo hoy por fin he tenido suerte, con la quiniela. Anteayer, faltando únicamente el partido Sevilla Getafe ya tenía como mínimo 12 aciertos, porque solo había fallado el Valladolid-Deportivo, que había puesto un dos, y empataron a cero, y el pleno al quince, que le había puesto ganar al Athletic y empató contra el Mallorca. Ayer, preferí no seguir el último partido porque lo iba a pasar mal, y antes de dormir recé para que acertara el resultado.
Acabo de consultar la quiniela en una página de Internet. Tenía puesto un 1, y he acertado. He contrastado la información en varias páginas y he comprobado una y otra vez mi boleto. He ganado 519,12 euros.

7 Diciembre, 2011    

        Hoy he cogido la guitarra y una pequeña cesta y he salido a pedir a la calle. La verdad es que no tengo mucha idea de tocar, pero llevaba dos semanas aprendiéndome una canción y ya más o menos me sale bien. Me he sentado cerca del puente del Euskalduna, porque como hacía buen día, he pensado que habría bastantes paseantes. No me he sentido muy inspirado al tocar, pero creo que aun habiendo dado el mejor recital guitarrero del mundo, la gente pasaría de largo de todas maneras. He tenido suerte de que han pasado unos niños, que se han parado un buen rato a ver como tocaba, y han pedido dinero a sus padres para darme. Por lo demás, en una hora, solo me han dado dinero otras dos personas y he decidido volver a casa. La sensación de pedir resulta un poco extraña.
He vuelto con 2 euros y 58 céntimos.

9 Diciembre, 2011    

        Hace ya unos días que puse un anuncio en la sección de contactos de un periódico. La de prostituirme era una opción que hasta ahora siempre había salido en broma y entre las risas de mis amigos: ¿Y si tuvieras que acostarte con una vieja?, o casi peor, ¿con un viejo? Intento pensar en ello como un trabajo cualquiera, he echado algunas cuentas y cobrando a un mínimo de 50 euros el servicio, aunque solo hiciera dos o tres a la semana, ganaría más que mucha gente trabajando 8 horas al día. La verdad es que desde que el anuncio apareció, he recibido varias llamadas de números desconocidos, pero hasta ahora no me he atrevido a atenderlas, incluso muchas veces prefiero salir de casa sin siquiera llevar el móvil. Ahora mismo tengo tres llamadas perdidas. Supongo que alguna será de clientes. Me doy un plazo de tres dias para empezar a contestar…

11 Diciembre, 2011  

     Hoy he visitado a mi tía Pakita. Es la primera vez en toda mi vida que lo hago sólo, ya que las pocas veces que la he visitado ha sido con mis padres y medio obligado. De eso ya hace muchísimos años, y eso que ella toda la vida ha insistido en que vaya a verla cuando esté en Lezo.
Tengo 26 años y lógicamente hace mucho tiempo ya que mis familiares dejaron de darme la paga sin embargo sabía que si la visitaba podía caer algo. Pakita es una de las personas más generosas y bondadosas que nunca he conocido. Cuando ha abierto la puerta y me ha reconocido casi se le saltaban las lágrimas, me ha dado un enorme abrazo, estrujándome muy fuertemente, tal y como siempre hace. Enseguida me ha sentado y ha empezado a sacar turrón, polvorones, bombones, anchoas, queso… he comido hasta no poder más, no podía hacerle el feo.
No hemos conversado demasiado, porque no ha parado de decirme lo alto y lo guapo que estaba y lo mucho que se alegraba de verme y de saber que me iba todo bien. Me ha invitado a quedarme a cenar, pero le he dicho que estaba de pasada y que no tenía demasiado tiempo.
De ahí a un rato me ha acompañado hasta la estación de autobuses y antes de ir a comprar el billete se ha llevado la mano al bolsillo, ha sacado la cartera y ha cogido un billete de 50 euros para dármelo. Yo he insistido en que no los quería, que no me hacían ninguna falta, pero su insistencia era muchísimo mayor, no os lo podéis  imaginar. Al final he acabado cogiendo el billete, le he dado las gracias, nos hemos despedido con un fuerte abrazo y he entrado en el autobús. Ella se ha quedado agitando sus manos y lanzándome besos con una sonrisa llena de amor hasta que nos hemos perdido de vista. Acto seguido he metido el billete en la cartera y he intentado dormir.